Saltar al contenido

¿Para qué tanta suspensión en tu bicicleta?

Suspensión de bicicleta de montaña.
La gran mayoría de nosotros nos iniciamos en el ciclismo utilizando bicicletas sencillas y muy diferentes a las que podemos adquirir hoy en día. En mi caso particular, ese inicio lo encarna la vieja bicicleta de paseo en la que mi padre solía ir a trabajar todas las mañanas, y que se convertía en el vehículo de mis aventuras todas las tardes. No había allí cascos, ni zapatillas, ni cambios, ni frenos de disco, y lo más cercano a una buena “suspensión” o “amortiguación” eran unos neumáticos bien inflados… Pero eso si,  si se le dañaba algo a la bicicleta la caja de herramientas salía a relucir acompañada de algo más que un par de coscorrones, es decir que aprendía uno a querer y a cuidar aquel armatoste de acero como ¡lo más preciado en la vida!

Actualmente, diríamos que fue una experiencia sobre una bicicleta completamente rígida y de plato único redondo a monomarcha, donde la velocidad se imprimía a pulso y dependía fundamentalmente de la resistencia y la premura del ciclista por llegar donde tuviera a bien (aun cuando las pendientes en descenso, al igual que ahora, no venían nada mal). Sin embargo, los años no pasaron en vano y tanto la bicicleta como el ciclista fueron evolucionando a medida que exploraron sus posibilidades, y así la calzada dio paso a la carretera y a la ruta, y esta a su vez dio paso a los senderos agrestes y rocosos que hoy alimentan mi pasión por el ciclismo de montaña.

Índice de contenidos

Bicicletas MTB la pasión del ciclista de hoy

Con casi 40 años de edad puedo mirar hacia atrás para darme cuenta de que las bicicletas de montaña fueron evolucionando en la misma medida en que iba creciendo mi interés y mi gusto por las diferentes modalidades que este tipo de bicicletas ofrece, y es precisamente este cúmulo de vivencias lo que me permite darme cuenta de que si bien es cierto que las bicicletas completamente rígidas se adaptan muy poco a las irregularidades de los terrenos más escarpados y transmiten toda clase de sobresaltos y vibraciones a un ciclista que termina experimentando un andar inestable e incomodo, no es menos cierto que estas suelen ser comparativamente más ligeras, requieren menos mantenimiento, y desperdician menos fuerza de pedaleo pues en ellas no varia tanto la tensión de la cadena.

Esto se nota incluso en recorridos sobre el pavimento, pues aunque el terreno no sea irregular la suspensión trasera puede encogerse un poco ante una pedalada fuerte, y la suspensión delantera puede llegar a absorber parte de la energía de avance. No obstante, hay que decir que las bicicletas de suspensión doble total dependen en menor grado de los neumáticos para amortiguar y brindan un recorrido muy estable aun en los senderos más agrestes donde nadie alcanzará su máxima velocidad, haciéndose casi imperceptible la pérdida de un poco de fuerza en la pedalada, la cual en todo caso puede compensarse mediante la instalación de plato oval, como el B-Labs OVAL 110bcd Negro, para esos momentos que requieren del máximo leverage.

Plato dentado de una bicicleta de montaña.Precisamente por esta dualidad contradictoria es que existe infinidad de combinaciones de cuadros rígidos con suspensión delantera (o Hard Tail en inglés), así como de suspensiones dobles sin pivote, e inclusive amortiguaciones con diferentes longitudes de recorrido. En fin, lo importante es empezar por lo más básico para aprender a apreciar las ventajas de cada accesorio, asesorarse con diferentes conocedores del tema, y comprar lo que mejor se adapta a tus necesidades y aspiraciones.